sábado, 23 de mayo de 2015

LECTURA PARA LA REFLEXIÓN




¿Cuánto ganas al día?


- Papi , ¿Cuánto ganas por hora?- Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía así a su padre al término de su trabajo.
El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, informes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado
•  Pero Papi, - insistía - dime por favor ¿Cuánto ganas por hora?
La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó - Cuatro soles por hora.
•  Papi, ¿Me podrías prestar dos soles? - Preguntó el pequeño.
El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al niño le dijo:
•  Así que, esa era la razón para saber lo que gano. Vete a dormir y no molestes, muchacho aprovechado.
Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo. En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al dormitorio de su hijo. Con voz baja preguntó al pequeño:
•  ¿Duermes, hijo?
•  Dime, Papi, - respondió entre sueños.
•  Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes el dinero que me pediste, - respondió el padre.
•  Gracias, Papi - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo de la almohada, sacó unas monedas.

•  Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo? - preguntó el niño.

SOBRE CÓMO QUERER A LAS PERSONAS

Por Julio Cortázar "Querer a las personas como se quiere a un gato, con su carácter y su independencia, sin intentar domarlo, sin inten...