viernes, 9 de noviembre de 2018

MIEDOS, CRISIS, DUELOS




Dependencia emocional o apego




                          El apego es una forma de vincularse en lo mental y emocional obsesiva-mente
 a objetos, situaciones, personas o sentimientos.
 La base de esa dependencia es la dificultad para comprender que nada es para siempre.


La dependencia emocional es un estado en el que una persona no es capaz de ser felíz si no se siente vinculado o atado a esa otra persona en cuestión. Estamos hablando de una modalidad, de la dependencia emocional de pareja, donde el doliente ya no es dueño/a de sus actos, cuando afecta su calidad de vida, cuando pierde su libertad interior y cree que su pareja es el principal motivo de su existencia que le va a brindar seguridad total y para siempre.

Muchas veces acuden a la consulta personas que no pueden lograr establecer lazos afectivos saludables por el apego a su pareja, amigos o compañeros de trabajo.

En estos casos la ansiedad y el miedo a la pérdida nos hacen creer que sin el otro no podríamos vivir. La necesidad de apoderarse del otro, de poseer, intenta convertir a la pareja en una extensión propia, personal. Éste tipo de dependencia sentimental no se vincula a la dependencia de tipo económico. En este caso, tiene que ver con la necesidad de amor y vínculo afectivo. 


De este modo, muchas personas que son dependientes suelen buscar parejas con características narcisistas y autoritarias. La persona que padece esta situación invocará a todo tipo de maniobras para dilatar una toma de decisión para el cambio.
Por lo tanto, es necesario eliminar la dependencia emocional para ser emocionalmente libres en materia afectiva ya que este estado tiene mucho que ver con la forma en que una persona se desvaloriza.

            Clr. Ernesto Moya
     Consultor Psicológico- Psicólogo Social


jueves, 8 de noviembre de 2018

Infidelidad




               La infidelidad no solo perjudica al engañado, sino también a quien engaña. Muchas veces las personas son infieles porque necesitan mirarse en un espejo diferente del cotidiano.



En estos asuntos  sufren todos. Quizás buscar culpables sea un poco desagradable.  Además también es posible  que el tercero en cuestión sea una buena persona,  pero consintió ser tercero y aceptó de algún modo estar perjudicando a una persona, y posiblemente a una familia.

Esta práctica humana  produce  infinitas grietas del corazón, dando forma a situaciones que no siempre manejamos con la eficacia necesaria.
Muchas veces, la infidelidad termina con la relación, y en otras las parejas son capaces de reparar la relación por sus propios medios o con ayuda de un profesional. En cualquiera de los dos casos, es importante que cada uno trabaje para asimilar lo sucedido y reparar los daños causados.

            Clr Ernesto Moya
Consultor Psicológico - Psicólogo Social






SOBRE CÓMO QUERER A LAS PERSONAS

Por Julio Cortázar "Querer a las personas como se quiere a un gato, con su carácter y su independencia, sin intentar domarlo, sin inten...